JOSÉ ENRIQUE VARELA IGLESIAS

Artículo publicado en la web EJÉRCITOS.ORG el 22 de enero de 2017


Nació el 17 de abril de 1891 en San Fernando (Cádiz), hijo del sargento de Infantería de Marina Don Juan Varela Pérez. Desde muy niño Varela siempre quiso ser militar, llegándole a decir en una ocasión a su padre: "Mi deseo es pertenecer a fuerzas de choque para luchar en primera fila en defensa de mi Patria". 


El 2 de junio de 1909, con 18 años cumplidos, ingresó como corneta en el Primer Batallón del Primer Regimiento de Infantería de Marina de San Fernando, donde su padre era sargento Jefe de la Banda. Sólo tres meses después causó baja como corneta y pasó a ser soldado de Infantería de Marina dentro de la 2ª Compañía del mismo Batallón, donde en el mes de enero de 1910 ascendió por elección al empleo de cabo. Tan sólo un año y medio después, en Julio de 1911, fue ascendido también por elección al empleo de sargento de Infantería de Marina. 
Gracias a ser ya sargento pudo acogerse a los beneficios que por aquella época se les daban a los de dicho empleo para acceder a las Academias de Oficiales, ingresando en la Academia de Infantería de Toledo en septiembre del año 1912, tras aprobar los correspondientes exámenes. Tres años más tarde obtuvo el despacho de alférez de manos de Alfonso XIII con la calificación de sobresaliente. A su salida de la Academia fue destinado a Melilla y de ahí pidió su pase a las Fuerzas Regulares de Larache. Ya de teniente, allí obtuvo por dos veces la más alta condecoración militar española: la Cruz Laureada de San Fernando. 


La primera Laureada la obtuvo tras el combate de la cueva de Ruman del 20 de septiembre de 1920, donde al frente de su Sección de Regulares suprimió a punta de bayoneta y tras feroces combates cuerpo a cuerpo, un centro de resistencia rifeño que se encontraba en un recodo del río Lucus desde el que se impedía el paso de las columnas logísticas españolas. Al salir de la cueva, de los veinte hombres de su Sección sólo quedaban vivos el teniente Varela y cuatro más.

La segunda Laureada le fue concedida tras el combate del 12 de mayo de 1921 en la meseta de Abdama, donde el teniente Varela resistió al mando de una Compañía de unos noventa hombres los furiosos ataques de un enemigo muy numeroso. Tras más de ocho horas resistiendo, los asaltantes rifeños finalmente se retiraron. En tan largo combate fueron bajas los otros cuatro oficiales de la Compañía y más de cincuenta miembros de tropa, pero se consiguió mantener la posición sin perder un palmo de terreno.


Además, por el combate del monte Ifermin del 24 de marzo de 1925 obtuvo también una Medalla Militar individual y el 8 de octubre de 1925 participó al mando de una unidad indígena denominada “Harka Varela” en el Desembarco de Alhucemas, la primera Operación aeronaval de la historia. Por éste y por otros méritos de guerra en todo este largo periodo en África, fue ascendiendo hasta llegar al empleo de coronel, siendo entonces destinado a mandar el Regimiento de Infantería de Cádiz.

El 30 de octubre de 1935 el Ministro José María Gil-Robles lo ascendió a general de brigada, empleo con el que junto con el general López Pinto encabezó en Cádiz la sublevación militar del 18 de Julio de 1936 y con el que comandó una columna que participó en algunas de las operaciones más importantes de la Guerra Civil en las zonas de Andalucía oriental, Extremadura, Castilla, Aragón y Levante, siendo ascendido en el mes de mayo de 1938 al empleo de general de división.

Finalizada la Guerra Civil ostentó primero el cargo de Ministro del Ejército y luego, tras ascender en septiembre de 1942 a teniente general, el de Alto Comisario de España en Marruecos. Falleció debido a una leucemia el 24 de marzo de 1951 y a su muerte fue nombrado Marqués de Varela de San Fernando a título póstumo.

El teniente general Varela, aparte de las dos Cruces Laureadas de San Fernando y la Medalla Militar individual, está condecorado entre otras con tres Cruces de Guerra, cinco Cruces del Mérito Militar con distintivo rojo, una Cruz del Mérito Naval con distintivo rojo y las tres Grandes Cruces con distintivo blanco al Mérito Militar, Naval y Aeronáutico. 

Siempre estuvo muy orgulloso de su permanencia en el Cuerpo de Infantería de Marina, no en vano en su residencia familiar en Cádiz capital mandó que, en las bases de las columnas de la puerta de entrada, se esculpiesen los escudos de Infantería de Marina y de Regulares.


También en el Cuartel de Batallones de San Fernando, se conserva dentro de una vitrina en la Biblioteca uno de sus uniformes de general, donado por su familia, con las dos laureadas en el pecho.

Y en el comedor de mandos existe un cuadro que le regaló a sus antiguos compañeros del Cuerpo cuando era teniente coronel, ya bilaureado.


Por último, otra curiosidad que denota la alta estima en la que tenía a los Infantes de Marina, fue que su ayudante personal durante la Guerra Civil fue el comandante de Infantería de Marina Julián Arana Irurita.




 

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