LA OPERACIÓN ANFIBIA


Artículo publicado en la revista EJÉRCITOS del mes de enero de 2018

Si hubiera que determinar una de las operaciones militares más complejas de la actualidad, ésa es sin duda la Operación Anfibia.

Ésta se define en el ámbito de la guerra moderna como “una operación militar, lanzada desde la mar por fuerzas navales y de desembarco, embarcadas en buques y embarcaciones, con el propósito principal de proyectar tácticamente en la costa a una Fuerza de Desembarco en un ambiente entre permisivo y hostil, y con la idea general de que una Fuerza Anfibia Operativa busque maniobrar hacia una posición ventajosa en el litoral, para evitar las amenazas de las fuerzas enemigas.”

Los dos conceptos básicos que surgen de esta definición se refieren a los dos tipos principales de Fuerzas que participan en la misma: La Fuerza Anfibia Operativa (FAO, o ATF en sus términos en inglés) y la Fuerza de Desembarco (FD, o LF en inglés) propiamente dicha. La primera hace referencia a todos aquellos medios que, de manera general, participan en la misma, siendo ésta pues, una Organización operativa entrenada y equipada específicamente para la realización de este tipo de operaciones, y que incluye tanto a las fuerzas navales con sus buques y aviación orgánica, como a la fuerza de desembarco, siendo su comandante, denominado CFAO (o CATF), un Oficial naval de alta graduación (normalmente un Almirante).

Hoy en día en España, la unidad especializada de la Armada que tiene como cometido principal “efectuar misiones relacionadas con la capacidad de la proyección del poder naval sobre tierra, mediante la realización de operaciones militares en la costa iniciadas en la mar”, es la Brigada de Infantería de Marina “Tercio de Armada”, cuya base se encuentra en la localidad de San Fernando (Cádiz) y que es una de las tres grandes unidades que conforman la Fuerza de Infantería de Marina (FIM) de la Flota[1].
          Escudo del Tercio de Armada

Esta Brigada de Infantería de Marina, conocida tradicionalmente como “TEAR”, y mandada por un General de Brigada, está compuesta por siete unidades tipo Batallón que engloban todas las Funciones de Combate[2], teniendo cada una de estas unidades misiones, vehículos, materiales y preparación específica[3], y encontrándose en todo momento alistadas para constituir aquellas organizaciones operativas que se le puedan asignar, tanto para establecer una Fuerza de Desembarco, como para contribuir a la generación de una Fuerza Expedicionaria proyectada por medios navales o por otros medios.


La dificultad de una Operación Anfibia es tal, que requiere de un minucioso y detallado planeamiento, así como de una elevada integración y coordinación entre todas las fuerzas participantes, una unidad de esfuerzo y coherencia operacional y una rápida y eficaz constitución de la potencia de combate en tierra, lo cual implica a su vez la necesidad de obtener en la Zona de Objetivo Anfibia (ZOA) una supremacía naval tanto en superficie como submarina, una importante superioridad aérea y sobre las fuerzas enemigas en tierra, y garantizar el apoyo continuo a las unidades que hayan desembarcado.

Sus mayores inconvenientes son que se parte, lógicamente, de una potencia de combate en tierra nula, la alta vulnerabilidad de la fuerza durante la realización del Movimiento buque-costa (MBC), que las condiciones meteorológicas influirán bastante en su correcta realización, la poca flexibilidad táctica inicial y la relativa escasez de inteligencia con la que contarán las unidades asaltantes.


Las finalidades de una Operación Anfibia pueden ser varias, tales como alcanzar objetivos operacionales para aprovechar las debilidades del enemigo, establecer una base de operaciones en tierra para apoyar otras fases subsiguientes (lo que se conoce como “cabeza de playa”), impedir al enemigo el uso de una determinada zona o instalación, fijar fuerzas enemigas en beneficios de otras operaciones o también poder utilizarse esa Fuerza Anfibia Operativa (FAO) como instrumento de gestión de crisis o de diplomacia de defensa, incluso sin llegarse a producir el desembarco, gracias a que, al utilizar la mar como espacio de maniobra, esta FAO podría estar moviéndose, incluso aún por aguas internacionales, ejerciendo una importante labor disuasoria.

Existen cuatro tipos de Operaciones Anfibias, siendo el principal el Asalto Anfibio, que es aquel que contempla el establecimiento de la Fuerza de desembarco en la costa, y que es ése en el que pensamos cuando escuchamos hablar de un desembarco militar, recordando aquellos de Alhucemas, Normandía, Guadalcanal o Iwojima. Otro tipo es la Incursión Anfibia, que es aquel que, con la intención de infringir daños puntuales al enemigo, capturar o evacuar personal o material, o simplemente obtener información, comprende una rápida ocupación temporal del objetivo, seguida de una retirada planeada. Los otros dos tipos, muy diferentes entre sí también, son la Demostración Anfibia, que no implica necesariamente un desembarco y que se efectúa con el propósito de engañar al enemigo para que adopte una línea de acción desfavorable para él, y la Retirada Anfibia, que consiste en efectuar la extracción de fuerzas propias por mar desde la costa. También se podrían englobar en el selecto grupo de las Operaciones Anfibias, las operaciones no bélicas en un área costera (como aquellas de respuesta de crisis relacionadas con el artículo 5 de la OTAN, por ejemplo), las operaciones de ayuda humanitaria que se realicen en localidades portuarias y zonas costeras devastadas, o incluso las modernas operaciones de evacuación de personal no combatiente (las llamadas “NEO”).

En cualquiera de los casos, una Operación Anfibia siempre comenzará con la recepción de lo que se conoce como la “Directiva Inicial”, que es una orden emitida por aquel comandante que tenga la responsabilidad total sobre una campaña, dirigida al Comandante de la Fuerza Anfibia Operativa y al Comandante de la Fuerza de Desembarco, a quienes precisamente los designará en dicha directiva, donde les indicará como mínimo cuál será la misión a cumplir (qué, cuándo y para qué), dónde está localizada la Zona de Objetivo Anfibia y sus dimensiones, y otra serie de instrucciones especiales tales como con qué fuerzas navales, aéreas y de desembarco se podrá contar o el nombre en clave de la Operación.

Desde ese momento comenzará la fulgurante y atareada tarea del Planeamiento, el cual no finalizará nunca durante toda la Operación Anfibia, ya que podrán ser múltiples los condicionantes que puedan modificar las circunstancias y la situación de la misma.

Como toda acción militar, ésta también se realizará en diferentes fases, siendo la primera el Planeamiento, aunque como ya he dicho éste no se dará por concluido hasta que se cumpla la misión. Otras fases son, y cada una con su requerimiento específico de muchas horas de trabajo y complicada ejecución, el Embarque, el Movimiento de todos los buques ya cargados y pertrechados hacia la Zona de Objetivo Anfibia -donde será importantísimo programar actividades que mantengan la moral, las condiciones físicas y el adiestramiento general de las tropas embarcadas-, el Ensayo y la Acción, que es donde físicamente se realizará el desembarco de la FD y donde se luchará en tierra, mediante el fuego y la maniobra, para conseguir la conquista de los objetivos propuestos.


En la fase de Embarque, que como su propio nombre puede indicar, será cuando todas las tropas, con sus materiales, armamento, vehículos, aprovisionamientos y municiones, embarcarán a bordo de los buques designados. Todo ésto lógicamente requerirá de una ardua labor, minuciosa y detallada, donde lógicamente lo más importante será el almacenar en las distintas bodegas, garajes y pañoles, todo aquello que se vaya a necesitar en tierra y justo en el orden inverso a como tendrá que ser desembarcado, reflejándose por supuesto el esquema de maniobra previsto y desarrollado durante el Planeamiento. También en esta fase se alojará, con la mayor comodidad que un barco de estas características pueda proporcionar, a las tropas de la FD teniendo en cuenta, en lo posible, no romper su integridad táctica. 


En el Ensayo, necesario y obligado, que se realizará en un sector de costa aún en territorio amigo, lo más parecido posible a lo que se encontrará la FAO en la zona de operaciones, se comprobará la viabilidad de todo lo previamente planeado, el horario detallado del Movimiento Buque Costa (MBC), el funcionamiento de las comunicaciones y la puesta a punto de las tropas para el combate, teniendo el propósito principal de probar que se ejecuta correctamente la secuencia de desembarco, asegurar su familiarización con los planes y reconfigurar también el embarque, si fuera necesario por algún cambio en la situación.


Aun así, la complejidad de este tipo de operaciones militares requerirá de la ejecución de otras acciones menores, llamadas acciones previas (o “shapping operations”), que contribuirán a conseguir el éxito en la operación principal. Éstas se diferenciarán tanto en sus cometidos a cumplir, como en el lugar y momento en el que se realizarán. De esta forma, existen las Operaciones de Apoyo, que establecerán los requisitos previos esenciales para la realización de una Operación Anfibia y que se ejecutarán varios días o semanas antes del Día D y fuera de la Zona de Objetivo Anfibia (ZOA), y normalmente por Fuerzas de Operaciones Especiales[4]; las Operaciones de Fuerza avanzada, que en este caso serán perpetradas por organizaciones operativas temporales que precederán al grueso de la FD, y que se harán poco antes del Día D pero ya dentro de la ZOA[5]; y las Operaciones Pre-desembarco, que ya serán realizadas pocas horas antes del desembarco principal, justo en las mismas playas designadas, y por unidades propias de la FD (tales como de reconocimiento, zapadores o de control del apoyo de fuegos, por ejemplo) para permitir que éste se pueda realizar a la Hora H determinada en el planeamiento[6].

Una Operación Anfibia no se dará por concluida hasta el total cumplimiento de la misión de la FAO, de acuerdo a las condiciones específicas establecidas en la Directiva Inicial, teniendo ya todos los objetivos asignados a la Fuerza de Desembarco conquistados y controlados, y cuando ya se encuentren suficientes fuerzas en tierra que puedan garantizar las operaciones militares subsiguientes.



Por último, no quería dejar pasar esta ocasión para señalar una unidad de la Infantería de Marina española, única en nuestras Fuerzas Armadas, especialmente relacionada con las Operaciones Anfibias: la Compañía OMP (de Organización y Movimiento en Playa). Esta Compañía, fundada el 2 de marzo de 1958 durante las acciones en Ifni y El Sáhara, precisamente en la cabeza de playa de El Aaiún, tiene las misiones de facilitar el desembarco, reembarco y movimiento fuera y dentro de la playa de las tropas, vehículos, equipos y abastecimientos, señalizar las salidas y entradas de playa y zonas de espera, asegurar la zona de apoyo logístico que se establezca en la playa, actuando incluso como primera unidad de apoyo de servicios de combate en tierra en los primeros momentos, sobre todo en materia de aprovisionamientos. También, con sus propios medios, facilitará la varada y recuperación de embarcaciones de desembarco y vehículos que se hayan podido quedar tirados en la playa. Esta unidad, cuyos miembros son fácilmente reconocibles por sus característicos brazaletes rojos, está organizada para poder operar simultáneamente en dos playas de desembarco y en una zona de aterrizaje de helicópteros, contando con personal adecuadamente adiestrado para ello y con los medios necesarios de señalización, arrastre y recuperación, si bien suele ser reforzada con otros equipos y maquinaria de zapadores. 








[1] Las otras dos son la Fuerza de Protección (FUPRO) y la Fuerza de Guerra Naval Especial (FGNE), teniendo la primera el cometido de “proporcionar protección y seguridad física a las personas, unidades, centros y organismos de la Armada” y la segunda, el de “la realización de aquellas Operaciones Especiales que se ejecuten en ambiente marítimo, en el litoral (iniciadas o finalizadas en la mar) o como apoyo a una Operación Anfibia”.

[2] Las Funciones de combate son Mando y control, Inteligencia, Apoyo de Fuegos, Apoyo Logístico, Defensa Aérea y Movilidad, contramovilidad y protección.

[3] Estas siete unidades del Tercio de Armada son el Batallón de Cuartel General (BCG), el Primer Batallón de Desembarco (BDE-I), el Segundo Batallón de Desembarco (BDE-II), el Tercer Batallón de Desembarco Mecanizado (BDMZ-III), el Grupo de Artillería de Desembarco (GAD), el Grupo de Movilidad Anfibia (GRUMA) y el Grupo de Apoyo de Servicios de Combate (GASC). Además, por supuesto el TEAR cuenta con un Estado Mayor, una Secretaría Personal, una Ayudantía Mayor y un Servicio Económico Administrativo, que son esos órganos donde se integran todas aquellas capacidades administrativas, burocráticas, logísticas, de control y de organización necesarias para que esta gran unidad funcione eficazmente, ya sea en campaña como en guarnición.

[4] Ejemplos de Operaciones de Apoyo podrían ser los bloqueos de las avenidas de aproximación a las playas para que el enemigo tenga muy complicado reforzarlas una vez iniciados los combates u acciones de comando para conseguir la superioridad aérea o de superficie.

[5] De este tipo serían las destrucciones de las defensas en tierra de las playas de desembarco, reconocimientos hidrográficos del propio litoral, así como el aislamiento de los objetivos u acciones de contramedidas electrónicas.

[6] Estas son el aislamiento de las zonas de aterrizaje de helicópteros (LZ) y las playas, la limpieza de rutas, el guiado final de las olas de vehículos anfibios y embarcaciones de desembarco, o la destrucción de todo aquello que pueda amenazar al desembarco principal.

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