LIZCANO, EL PRIMER LAUREADO DE LA LEGIÓN ESPAÑOLA

                   Artículo publicado en la web EJÉRCITOS.ORG el 10 de agosto de 2017

Sin lugar a ninguna duda, la unidad más emblemática, querida y conocida de nuestras Fuerzas Armadas es la Legión española (llamada en su origen Tercio de extranjeros). La Legión, siempre preparada para la acción, y cuyos miembros han participado en una infinidad de hechos de combate desde prácticamente el primer día de su fundación, cuenta con un total de 23 laureados individuales y con 7 laureadas colectivas, siendo así la segunda unidad más condecorada de España, por detrás de los Regulares, por supuesto (que cuentan nada menos que con 56 cruces laureadas individuales y 18 colectivas).

De todos ellos, el primer Caballero Laureado de la Legión española fue Don Fernando Lizcano de la Rosa, obtenida en vida, y de quien a continuación presento, de manera breve, su biografía por tratarse de otro de nuestros héroes olvidados.

Nació en Madrid el 12 de febrero de 1900, hijo de un coronel de Infantería, del que heredó la vocación militar necesaria para ingresar, el día 27 de abril de 1916 y con sólo 16 años, en la Academia de Infantería de Toledo. Egresó de ella el 27 de junio de 1919, presentándose en Barcelona, con su merecida estrella de alférez, para servir en el Regimiento de Infantería “Alcántara 58”. En él permaneció hasta que el 21 de abril de 1921 se incorporó, de manera voluntaria, al recién creado Tercio de Extranjeros, concretamente a la Segunda Bandera destacada en el Zoco el Arbaa, donde apenas cuatro meses más tarde ascendería a teniente.

Durante sus primeros años en las Campañas de Marruecos participó en innumerables combates, de los que en varias ocasiones resultó herido (tal y como acreditaron los numerosos ángulos que llegó a portar en la manga de su uniforme), teniendo hasta en dos ocasiones que ser trasladado a hospitales militares de la península para recibir un mejor tratamiento (en el mes de marzo de 1922, tras una herida grave en el talón derecho, y en junio de 1923 tras otra muy grave, esta vez en el muslo derecho, que lo mantendría retirado del frente casi un año).

Una vez recuperado de esta última herida de guerra, el día 4 de abril de 1924 se volvió a incorporar al Tercio, en Sidi Mesaud, donde continuó realizando operaciones de combate prácticamente todos los días.

El día 10 de mayo, mientras marchaba con su Bandera en la vanguardia de una columna mandada por el coronel Juan de Michel, su Compañía asaltó a la bayoneta unos barrancos desde donde les estaba hostigando el enemigo. Tras esta acción, en la que desalojaron completamente a los rifeños de la posición, su Compañía sufrió 51 bajas y el teniente Lizcano fue acreedor de la Cruz Laureada de San Fernando por su brillante y ejemplar actuación al frente de sus hombres (concedida por Real Orden de 27 de mayo de 1926).


Aún así, este joven Oficial, junto con toda su unidad, continuó con su incansable cometido por aquellas tierras africanas, volviendo a ser herido de gravedad el día 8 de septiembre de 1924, esta vez en ambas piernas, por lo que de nuevo fue trasladado a la península para su total recuperación. 

El 18 de agosto de 1925, aún convaleciente, fue ascendido a capitán de Infantería por méritos de guerra, siendo destinado al Regimiento “Mahón 63” con base en la isla de Menorca. Plaza a la cual nunca llegaría a incorporarse tras conseguir, de nuevo, ser enviado a su querida Segunda Bandera del Tercio, con quienes continuaría cosechando méritos y heridas al mando de la 14ª Compañía.
Con esta Compañía participó en otra extensa serie de combates por todo el Protectorado, pasando desde el área de Ceuta al área de Melilla constantemente, y llegando incluso a desembarcar al frente de sus hombres en la bahía de Alhucemas, en la cala del Quemado, con quienes tomaría la cábila de Abdalahd y ocuparía el poblado de Tufet y el monte Karvik, formando parte de la columna del coronel Goded Llopis. 

Finalizada la Guerra de África tras la detención de Abdelkrim y la caída de la llamada República del Rif, Don Fernando Lizcano alternó diversos cargos en la Plana Mayor del Tercio en Ceuta, con algunas bajas médicas producidas por tantas heridas mal curadas.

Tras el advenimiento de la República fue destinado a Barcelona, al Regimiento de Infantería “número 10” (en esos años habían sido suprimidos todos los nombres tradicionales de las unidades). Sirviendo en esta ciudad, el día 20 de octubre de 1934 sería nombrado “Jefe del Cuerpo de Mozos de Escuadra de Cataluña”, cesando en el Ejército.

El 26 de agosto de 1936, y tras ser acusado de haberse alzado contra el gobierno de la “Generalitat”, fue fusilado en el Castillo de Montjuich junto con sus compañeros Don José López-Amor Jiménez, Don Enrique López Belda y Don Luis López Varela, finalizando así, con sólo 36 años, toda una vida entregada heroicamente al servicio de España.

Aparte de la Laureada de San Fernando, el Capitán Lizcano obtuvo también dos Cruces de María Cristina, cuatro Cruces al Mérito Militar con distintivo rojo y la Medalla de sufrimientos por la Patria con cuatro aspas.


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