UN CAPITÁN DE LA CABALLERÍA DE MARINA



 Artículo publicado en la revista HISTORIA DE LA GUERRA núm. 19,de septiembre de 2020


El día 25 de marzo de 1860 nacía en Ferrol, en el seno de una familia de gran tradición en la Armada española, José Ignacio de Carranza Fernández de la Reguera. Su padre fue el vicealmirante José Juan de Carranza y Echevarría, quien sería Capitán General del Departamento marítimo de Ferrol y también del de Cádiz, ciudad en la que esta familia gallega establecería su residencia definitiva. De hecho, su hermano Ramón y su sobrino José León serían alcaldes de la ciudad de Cádiz . 

José Ignacio de Carranza ingresó en la Infantería de Marina en 1875, obteniendo el despacho de teniente en 1881. Durante ese empleo, permaneció embarcado como jefe de las guarniciones del Cuerpo de las fragatas Navas de Tolosa, Blanca y Numancia, respectivamente. 

Tras ascender a capitán en el año 1893, estuvo destinado durante bastantes años en el segundo batallón del primer regimiento de Infantería de Marina de San Fernando (Cádiz), con el que participó en la guerra de Cuba desde el 27 de mayo de 1896, nada menos que durante dos años y medio.

Allí en zona de operaciones, en el destacamento de Cárdenas, se hizo cargo de la 6ª compañía , constituida por dos secciones de infantes de marina a caballo, formando una guerrilla que extraoficialmente fue llamada “Caballería de Marina”. 

Ésta curiosa unidad surgió debido a lo abrupto del terreno cubano y a su frondosa vegetación, donde lo mejor era el uso del caballo. Se solía emplear para dar golpes de mano, tareas de enlace y observación, y para proteger los flancos de las columnas en los avances. Su uniforme consistía en un sombrero de jipijapa con escarapela, guayabera de ocho botones, botas de cuero y polainas con espuela. Como armamento llevaban una tercerola  y un machete grande de media cinta. 

Lamentablemente esta unidad montada nunca fue tomada muy en serio por el resto de los militares españoles, destacando la anécdota del día en que, durante una revista a las fuerzas de Infantería de Marina destacadas en Cuba, los generales del Ejército de Tierra Arsenio Martínez Campos y Rafael Echagüe, bromearon abiertamente al ver en formación a una de estas guerrillas a caballo, riéndose ante el hecho de la existencia de unos jinetes de la Armada. Justo dos días más tarde, la columna del propio general Echagüe cayó en una emboscada en una garganta de las Lomas de San Fernando. Por pura casualidad, la unidad que se encontraba más cerca era una sección montada del Cuerpo, la cual cargó con gran coraje contra el enemigo, poniéndolos en fuga y demostrando su profesionalidad a lomos de sus caballos. Este hecho mereció las siguientes palabras del general Echagüe tras ser salvado de una muerte segura: «No puedo expresar la satisfacción que me cabe esta Tropa de Marina tan heroica, según he podido apreciar en este combate».

Acciones de José Ignacio Carranza en Cuba

Las primeras operaciones más sobresalientes de la compañía del capitán Carranza fueron las del día 19 de septiembre de 1895 en el ingenio La Armonía , contra la partida del cabecilla mambí Juan Castellanos, a quien le capturaron 59 caballos y bastante armamento; y la del 6 de noviembre del mismo año en la zona del asiento de La Palma, donde el mismo día asaltaron dos campamentos enemigos, haciendo numerosos prisioneros y apoderándose de todos sus fusiles y pertrechos. Tras ambas, esta compañía fue distinguida por su valor y ardor frente al enemigo.

El día 7 de diciembre atacaron a la prefectura  de Chiva muerta, destruyéndola y capturando varias armas, y a partir de ese momento, prácticamente no pasó un día sin encuentros con insurgentes mambises ni sin persecuciones a sus partidas.

Durante el año 1896, esta compañía destacó en el combate de las Lomas de las Flores del 9 de marzo, contra las fuerzas del cabecilla Maceo.


El día 19 de noviembre fue trasladada a la cercana localidad de Matanzas, donde se enfrentaría a las partidas de Jiménez y de Tabares en Santa Rosa, dispersándolos por la zona con bastantes bajas.  El día 27 de diciembre comenzaron una misión de descubierta de tres días por los alrededores de una ciénaga cercana, descubriendo diez bohíos  utilizados por los insurgentes para esconder municiones y armas, que destruyeron completamente. El último día de esta expedición derrotaron a la banda de Felino García junto al ingenio Victoria, en un duro combate.

El año 1897 comenzó también con numerosos combates, prácticamente diarios, para esta guerrilla montada del capitán Carranza, persiguiendo a las fuerzas de los cabecillas Felino García y Luis Mesa, que morirían en los enfrentamientos. 

El día 3 de marzo se batieron contra las partidas de otro cabecilla, conocido como “Junao”, a quienes les destruyeron más de cuarenta bohíos. 

Continuarían ese año realizando misiones todas las semanas, ahora contra otros líderes insurgentes, tales como Desiderio Rojas o el “Gallo”, combatiendo por la zona denominada “el Bartolo”.

Después de un verano de intensas luchas sin descanso, tras las batallas que se dieron lugar en la Loma del Rancho y en El Tejal, el capitán José Ignacio de Carranza cayó gravemente enfermo, siendo ingresado en el hospital de La Habana durante más de tres meses. Recibida el alta médica, fue condecorado con la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo, volviendo a tomar el mando de su compañía.

Desde los inicios de 1898 cosechó de nuevo importantes victorias, destacando las del “Granal de Chaparza”, “Playa Grande”, “Ocajal”, “San Antonio” y “Vista Alegre”, aumentándose cada vez más las dificultades y las exigencias de los combates.

Después de que el 15 de febrero se produjera el hundimiento del USS Maine en el puerto de La Habana , el mes de marzo de 1898 fue de una gran actividad, participando la unidad de Carranza en la destrucción de los campamentos enemigos de “Casa quemada” y “San Juan”. Allí su compañía sufriría las primeras muertes de toda la guerra, y poco después, en el combate del “Macio”, el propio Carranza sería herido.

Cuando el 25 de abril los Estados Unidos le declararon formalmente la guerra a España, su compañía fue trasladada a la zona de Auras, en la provincia de Holguín, más cerca al lugar donde 18.000 soldados estadounidenses desembarcarían en el mes de junio, en la “playa Daiquiri”, al sureste de la isla. 

Después de unos meses en los que no llegó a haber ningún enfrentamiento directo con los norteamericanos, finalmente, el día 12 de octubre de 1898 la compañía del capitán José Ignacio de Carranza fue evacuada de Cuba. La guerra ya estaba prácticamente perdida . Una vez en la península, a este oficial se le concedió la Cruz Militar pensionada de primera clase, la Cruz de María Cristina, una segunda Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo y otra más, pero con distintivo blanco. 

El resto de su carrera militar

Poco más tarde, ya en el año 1899, ascendería al empleo de comandante de Infantería de Marina, consiguiendo ir destinado a Madrid como Ayudante del Ministro de Marina. En el año 1911 pasó a la fiscalía del Consejo Supremo de Guerra y Marina, donde permanecería cuatro años, los dos últimos siendo ya teniente coronel. En 1916 ascendió a coronel, ostentando el cargo de Jefe del Negociado del Cuerpo en el Estado Mayor Central, hasta que el 30 de junio de 1917 fue nombrado coronel Jefe del tercer regimiento de Cartagena. Mando en el que se mantendría hasta el día 27 de mayo de 1920, cuando ascendió a general de brigada. 

Su último mando fue el de Inspector General del Cuerpo de Infantería de Marina , tras ser promovido a general de división, desde el día 15 de marzo de 1922 al día 26 de marzo de 1925, momento en el que se retiró del servicio.

Murió en Madrid el 18 de julio de 1936, a la edad de 76 años. 


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