¿PORQUÉ EL EMBLEMA DE LA INFANTERÍA DE MARINA ES UN ANCLA Y DOS FUSILES?

 Entrevista publicada en el periódico LA VOZ DE CÁDIZ el día 7 de diciembre de 2022                                                                                 (periodista Verónica Sánchez)



La Infantería de Marina española es la más antigua del mundo. Su creación está datada hace casi cinco siglos, en 1537. «Valientes por tierra y por mar» es su lema. Y sus cometidos son la realización de operaciones anfibias en la costa, iniciadas desde la mar mediante una fuerza de desembarco, desarrollar operaciones especiales tanto en la mar como en el litoral y garantizar la protección de bases, buques e instalaciones de la Armada. Lo que pocos saben de este cuerpo especial, es el origen de su emblema. Y así precisamente, 'Un ancla y dos fusiles', se titula el último libro del comandante de Infantería de Marina y escritor Jesús Campelo Gaínza.

–¿Por qué el emblema de la Infantería de Marina es un ancla y dos fusiles?

–Porque el ancla simboliza a la Armada en su conjunto mientras que los dos fusiles, armados con sus bayonetas, representan que es una fuerza de combate de Infantería dispuesta a actuar con arrojo y decisión en el momento en que se precise. Además, al aparecer cruzados sobre el ancla, se simboliza el apoyo y servicio que le presta a la Institución. Según los archivos históricos del Cuerpo, la primera vez que apareció este emblema fue tras la Guerra de la Independencia para uno de los escudos de distinción que se les otorgaba a las tropas, si bien no se oficializó hasta 1928, en ese momento sólo para distinguir a los alumnos de la Escuela del Cuerpo, y desde enero de 1931, para toda la Infantería de Marina.

–Asegura que la Guerra Civil fue la época más difícil del cuerpo, ¿por qué?

–El libro abarca sobre todo desde 1928 hasta 1975, y en esos años la Infantería de Marina atravesó una profunda descomposición orgánica ya que en la mentalidad de la época se consideraba que las unidades anfibias eran muy costosas y poco eficaces (a pesar del éxito en Alhucemas). Esto desembocaría en la Ley de extinción del cuerpo durante la Segunda República, que lo redujo a mínimos históricos. Luego sobrevino la Guerra Civil ¿qué momento más difícil para cualquier persona que eso? Y tras ella, al Cuerpo aún no se le dotó de una misión anfibia como es su razón de ser, sino que fue destinado a montar simplemente las guardias en las instalaciones navales. No sería hasta el año 1957 cuando la Armada decidiera recuperar aquella fuerza de desembarco que tan importante fue desde el siglo XVI, pero empezando desde la nada, por lo que entrañó la dificultad de generar, estudiar y consolidar nuestra propia doctrina anfibia y conseguir la adquisición tanto de medios navales como de vehículos acordes para esta misión; a la vez que se participaba en los conflictos generados en las antiguas provincias españolas de Ifni, Guinea ecuatorial y Sáhara. Desde entonces, la Infantería de Marina se fue modernizando hasta llegar a ser lo que es hoy, un cuerpo de tropas de la Armada acorde a las exigencias actuales, y con sus componentes siempre dispuestos para servir a nuestra sociedad, tal y como se demostró, por ejemplo, recientemente durante la pandemia de covid.

Dos bandos en la Marina durante la Guerra Civil

–Mucho se ha escrito sobre la Guerra Civil, ¿qué aporta de nuevo este libro?

–Efectivamente la Guerra Civil se ha analizado muchísimo, pero nunca se había tocado en profundidad cuál fue la participación de la Infantería de Marina. Y eso a pesar de que fue muy relevante, en los momentos iniciales sobre todo, debido a que los infantes de marina de cada Departamento Marítimo fueron fundamentales para el posicionamiento de todas las Bases Navales españolas. Porque la Marina de Guerra de 1936, y su Infantería de Marina, quedó dividida en los dos bandos: las unidades de San Fernando y Ferrol en uno y las de Cartagena y Madrid en el otro, pero todos ostentando prácticamente el mismo emblema, con el única diferencia de la corona que lo surmontaba. Sinceramente, con este libro creo que se cubre el hueco que quedaba en el estudio de este conflicto.

–¿Este libro es una continuación del anterior, 'Desde 1537'?

–Continuación, no. Aquel primer libro trataba todo el periodo histórico del cuerpo, de una manera sintetizada, pero desde el siglo XVI hasta hoy en día. Este más bien es una ampliación, con más detalle, de una de sus etapas; exactamente la desarrollada durante gran parte del siglo XX.

–¿Nos puede contar alguna curiosidad de las que aparecen en 'Un ancla y dos fusiles'?

–Una que me llamó mucho la atención durante el proceso de investigación, y que me consta que poca gente repara en ello, es que este mismo emblema del ancla y los dos fusiles del cuerpo de Infantería de Marina desde la Orden Ministerial de 25 de abril de 1931 hasta la Orden Ministerial de 22 de febrero de 1977, se representó con el ancla por encima de los fusiles, y no con los dos fusiles sobre un ancla como es ahora.

–¿Tiene alguna obra o proyecto nuevo entre manos?

–Pues al tener el defecto de ser un constante investigador, sobre todo de temas navales, algo hay. Aunque no podría determinárselo bien ahora mismo, va sobre los vehículos que han estado en uso en Infantería de Marina y también sobre los uniformes que se han vestido a lo largo de toda nuestra historia. Aparte, continúo ampliando mi formación con los cursos que oferta el Instituto de Historia y Cultura Militar y colaboro escribiendo artículos de interés profesional en la Revista General de Marina y en el Boletín de Infantería de Marina, sobre todo.

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