EL EMBLEMA DE INFANTERÍA DE MARINA

 

 Artículo publicado en el BOLETÍN DE INFANTERÍA DE MARINA 33 del mes de noviembre de 2021 


No hace mucho apareció en nuestras librerías una importante revista, experta en temas militares y seguramente con una tirada más que aceptable, que abordaba de una manera bastante detallada y con una calidad excelente, diferentes aspectos de las principales unidades del Cuerpo de Infantería de Marina, lo cual se agradece enormemente porque es una realidad lo desconocido que es para el público en general. Desde aquí mi mayor reconocimiento a su autor y a la editorial. Pero lamentablemente, en esta publicación aparece reproducido unas cincuenta veces un emblema erróneo de la Infantería de Marina. Una más si contamos el grande que aparece en la contraportada, que es el que más se ve.

Esta circunstancia ha ocasionado que a muchos infantes de marina, tanto a antiguos y veteranos como a los más modernos -algunos incluso todavía realizando la fase de formación- les haya surgido la tremenda duda de si en sus uniformes, camisetas y hasta en sus tatuajes están portando desde hace años una imagen equivocada. Esta duda, seguro que saben de lo que hablo, es de si el ancla se ha de representar por delante o por detrás de los fusiles.

Es por este motivo por el que se ha visto conveniente recordar, en nuestro Boletín, cómo es el emblema del Cuerpo de Infantería de Marina según la última reglamentación vigente y que data del año 1999. Concretamente me refiero a la Orden ministerial 12/99, de 15 de enero, por la que se declaraban reglamentarios el emblema de la Armada, los emblemas de sus Cuerpos y Escalas, los distintivos de las especialidades fundamentales y las divisas a portar por los miembros de los diferentes Cuerpos.

En este documento, en el punto 2.2.1. se declara al referirse al emblema de la Infantería de Marina: «Dos fusiles, armados con machetes, en aspa sobre ancla timbrada de corona, toda de oro. El ancla será similar a la del emblema de la Armada excepto el cepo que estará en posición horizontal. Todo el conjunto tendrá un tamaño proporcionado al lugar en que se coloque. En las palas del traje de franja tendrá en total setenta milímetros de altura por treinta y ocho de ancho, siendo la corona de veintitrés milímetros de altura por treinta y dos de anchura (figura 5)», reglamentándose así, por tanto, que los dos fusiles se han de representar sobre el ancla. Igual que se mantiene hasta hoy en día.


Esta misma configuración ya había aparecido más de veinte años antes en otras Órdenes Ministeriales, tales como en las nº 261 y 262 de 22 de febrero de 1977 (D.O. nº 53), y en la nº 375 de 13 de abril de 1978, relativas a las divisas de los suboficiales (D.O. nº 95); así como en la Orden Ministerial delegada nº 603 “Emblemas de la Armada y de los Cuerpos de oficiales y divisas de dichos Cuerpos”, de 25 de junio de 1979 (D.O. nº 179). En esta Orden también aparecía reglamentado el emblema actual de los dos fusiles sobre un ancla en el punto 2.3.1, aunque con unas medidas algo más reducidas para el uniforme: «Dos fusiles, armados con machetes, en aspa sobre ancla, todo de oro. El ancla será similar a la del emblema de la Armada excepto el cepo que estará en posición horizontal. Todo el conjunto tendrá un tamaño proporcionado al lugar en que se coloque: en las hombreras del traje de franja tendrá cuarenta y seis milímetros de altura por treinta y siete de ancho, surmontado por corona del mismo metal de veinticinco milímetros de altura por treinta y cinco de anchura (figura 3)».


Bien es cierto que este emblema no siempre fue así, durante muchas décadas, hasta los años mencionados en los que se derogaron las disposiciones anteriores. La aproximación más efectiva que se tiene es del año 1931, todavía durante el reinado de Alfonso XIII, donde en la Real Orden de 28 de enero, éste se describe por un conjunto formado por «un ancla con dos fusiles en aspa armados de machete, timbrados de corona». A lo largo de los años estos elementos se fueron representando de muy diversas maneras, según cuál fuera la situación política o forma de gobierno imperante en cada etapa histórica, representado sobre todo por el tipo de corona, ya fuera la real, la ducal o la cívica o mural.

Este emblema del ancla y los fusiles provenía del que, tras la Real Orden de 31 de agosto de 1928, portaban los alumnos en sus uniformes para diferenciarlos del resto de los miembros del Cuerpo, que todavía usaban el tradicional de las dos anclas cruzadas, heredero del que ostentó el Tercio Nuevo de la Mar de Nápoles del maestre Pedro Padilla, fundado en Cartagena en 1566, y que es considerado el “alma máter” de la Infantería de Marina española por incluir en él a las Compañías Viejas del Mar de Nápoles y heredar, por tanto, la antigüedad de éstas del año 1537. En este documento se decía textualmente: «A los lados del cierre del cuello, y a cuatro centímetros de su unión, llevará cosido o bordado en estambre amarillo dos fusiles cruzados sobre ancla».

Posiblemente este diseño estuvo inspirado en uno muy parecido que solicitó en el año 1813 el capitán de navío D. Ramón Romay al rey Fernando VII, para que fuera distinguido el personal del 6º regimiento de Marina de Ferrol tras su meritoria actuación durante la Guerra de la Independencia, y que por la Real Orden de 8 de julio de 1815 no sería aprobado.


Instaurada en España la Segunda República, poco antes de que el Cuerpo fuera declarado a extinguir, la Orden Ministerial de 25 de abril de 1931 dictó diversos cambios en la uniformidad del Cuerpo, indicando cuál era su emblema reglamentario mediante una simple figura, lo que hizo necesario que en la posterior Orden de 7 de agosto de 1931 se aclarase su exacta configuración con el texto siguiente: «El Gobierno de la República, de acuerdo con lo informado por el Estado Mayor de la Armada y de acuerdo con lo propuesto por la sección de material, ha tenido a bien aclarar que en la disposición de 25 de abril último (D.O. nº 93), se ordena que el diseño que con la misma se publica, sea de un ancla sobre dos fusiles cruzados para los cinturones del Cuerpo de Infantería de Marina, y que en general, en donde exista una corona real, sea sustituida por una mural». Apareciendo desde entonces el escudo de los fusiles bajo el ancla en todas sus representaciones, tanto en los edificios y documentos como en las chapas de los correajes y uniformes.

Este emblema del ancla delante de los fusiles se mantuvo tras la finalización de la Guerra Civil, durante décadas, con la respectiva modificación del tipo de timbre: la corona ducal por la corona mural o cívica, tras el cambio de régimen. Se oficializaría con la publicación en el Diario Oficial nº 220 de la Orden Ministerial de 20 de septiembre de 1942, en la que se modificaba el vestuario para la tropa.

 Con la llegada al trono de S.M. Juan Carlos I, por Real Decreto de 18 de diciembre de 1981 se hizo público el modelo oficial del escudo de España, definiéndose gráficamente la Corona Real que sería incorporada automáticamente en el timbre del emblema del Cuerpo.

Aun así, hay que reconocer que en ninguno de los documentos aquí expuestos se determinó nunca qué modelos de fusiles, de bayonetas o de ancla se debían representar, dependiendo entonces del gusto del momento o de la destreza del dibujante. Es por ello que se puede encontrar el emblema del Cuerpo dibujado de muy diversas maneras.

Por ese motivo, su última representación oficial, confeccionada por el Centro de Ayudas a la Enseñanza de la Armada (C.A.E.), tiene la siguiente descripción heráldica:

Dos fusiles tipo mosquetón modelo máuser Coruña 1943, armados con cuchillos-bayonetas afalcatados modelo 1941, todos en su color y puestos en sotuer sobre un ancla de oro modelo almirantazgo, con el cepo horizontal, timbrada de corona real.

Para finalizar, querría dejar claro que este artículo no es para menospreciar la publicación de nadie, pues me consta que se ha hecho con la mejor de las intenciones. Sólo es para aclararles a los infantes de marina y simpatizantes, que su emblema, el de la Infantería de Marina más antigua del mundo, sigue siendo el mismo que se canta a voz en grito en las habituales “carreras de árido”:

«Hay dos cosas en la vida que jamás podré olvidar: dos fusiles sobre un ancla y la corona real».


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