150 ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE SAN PEDRO ABANTO

     Artículo publicado en el BOLETÍN INFORMATIVO DE PERSONAL de julio de 2024





Hace 150 años, el 27 de marzo de 1874, tuvo lugar la acción de San Pedro Abanto, ocurrida durante la Tercera Guerra Carlista. En ella participó el Segundo Batallón del Primer Regimiento de Infantería de Marina, inmediato antecesor del Tercio del Sur, bajo cuyo mando se encuentra actualmente el coronel de Infantería de Marina D. Alberto Busto Fernández (COMTERSUR). Por su actuación heroica aquel día del siglo XIX, este batallón fue condecorado con la Corbata de la Cruz Laureada de la Real Orden de San Fernando, máxima condecoración española, como recompensa colectiva para todos sus componentes. Hoy en día es la única unidad de la Armada que aún goza de este privilegio.

Para conmemorar esta importante efeméride, desde los días 14 al 22 de marzo tuvieron lugar en San Fernando (Cádiz) diferentes actividades organizadas por el Tercio del Sur. Así, el 14 de marzo el comandante de Infantería de Marina D. Jesús Campelo Gaínza impartió una conferencia en el colegio Compañía de María de San Fernando. 

A continuación, en ese mismo lugar se realizó un extraordinario concierto de la Unidad de Música del Tercio, al mando del comandante músico D. Juan Máximo Rodríguez Peinado, donde habría que destacar la participación de alumnos del Cuerpo de Músicas Militares de la Academia Central de la Defensa.

Al día siguiente, 15 de marzo, por la mañana, el comandante Campelo pudo volver a repetir la conferencia ante todo el personal del Tercio del Sur, y los miembros del Tercio de Armada que quisieron asistir, para así acercar este hecho a la mayoría de los miembros del Cuerpo. 

Esa misma tarde, antes de la inauguración oficial de la exposición sobre la Tercera Guerra Carlista en el Museo Naval de San Fernando, el señor D. Manuel León, miembro del Tercio de Veteranos (TERVET) de la Federación de Veteranos de Infantería de Marina (FEVIM), impartió una conferencia sobre la vida y servicios de D. Joaquín Albacete Fuster, que era quien mandaba el mencionado batallón durante aquella campaña, con el empleo de teniente coronel. Esta exposición estuvo abierta hasta el 6 de abril, registrándose gran asistencia de público, destacando la de los componentes de diversas unidades del Tercio del Sur y de la Brigada de Infantería de Marina “Tercio de Armada”, que fueron acudiendo todos esos días a recibir las interesantes explicaciones del teniente D. José Manuel Esparrell Herrera, principal encargado de dicho memorial. Los actos de recuerdo de esta acción tendrían su colofón el viernes 22. Este día comenzó con el izado solemne de la Bandera Nacional en el patio «Lope de Figueroa» del Cuartel de Batallones, acuartelamiento donde tienen su base el Tercio del Sur y gran parte del Tercio de Armada. A continuación, se celebró un responso en el Panteón de Marinos Ilustres, presidido por el General Comandante de la Fuerza de Protección de la Armada (GEPROAR), general de brigada D. Manuel García Ortiz. Durante el mismo, los asistentes pudieron rendir un emotivo homenaje ante la tumba del general de división Albacete Fuster, donde descansan sus restos. Finalizado éste, tuvo lugar en el patio «Lope de Figueroa» una parada militar, también presidido por GEPROAR, donde la Asociación Retógenes donó al Tercio del Sur una excelente reproducción de la bandera morada que aquel glorioso día este heroico batallón de Infantería de Marina ostentó en el valle de Somorrostro.

La acción de San Pedro Abanto

A lo largo del siglo XIX se produjeron en España tres guerras civiles de gran virulencia, provocadas por aquellos que pretendían el regreso de una monarquía absolutista de marcado carácter ultra católico. Estos eran conocidos como los “carlistas” por ser los seguidores del primer líder de esta facción, D. Carlos María Isidro de Borbón. Durante la primera y segunda guerras carlistas se enfrentarían a los seguidores de la reina Isabel II, de ideología liberal. En cambio, en la tercera, que es en la que se produjo la acción protagonista de este artículo, los carlistas, que ahora apoyaban al nieto Carlos María de los Dolores de Borbón, se levantaron contra el rey Amadeo I, para luego continuar contra la Primera República española y después Alfonso XII. Esta Tercera Guerra Carlista se materializó principalmente en lo que es hoy el País Vasco y Navarra, en Cataluña y en el Maeztrazgo. 

Pasados casi dos años de esa guerra, el pretendiente al trono quiso tomar alguna plaza importante en el norte, decidiéndose por Bilbao por ser aparentemente más fácil de defender gracias a su situación geográfica. El asedio a esta ciudad vasca por el ejército carlista del general Torcuato Mendiry dio comienzo el día 21 de enero de 1874. Para levantar ese asedio, los liberales mandaron al ejército del general Domingo Moriones, donde iba integrado el mencionado Batallón de Infantería de Marina del teniente coronel Albacete Fuster. El día 24 de febrero de 1874 dio comienzo la llamada campaña de Somorrostro, por desarrollarse en el valle de este mismo nombre. 

La primera batalla de esta campaña sería un fracaso para los liberales, al no conseguirse conquistar el monte Montaño, fuertemente defendido, provocándose que el propio general Moriones dimitiera de su cargo. Del mando del ejército se haría cargo el propio Presidente del Poder Ejecutivo de la República, el General Francisco Serrano, natural precisamente de San Fernando (Cádiz). 

El 25 de marzo este general quiso intentar atacar de nuevo por el valle, pero ahora centrándose en tomar las posiciones enemigas de Las Cortes, más al sur. Pero aunque este asalto también salió mal, se pudieron concentrar todas las tropas a aproximadamente unos tres kilómetros de San Pedro Abanto, que representaba el centro de todas las defensas enemigas. Sería durante la noche del día 26 de marzo, mientras el general Serrano estudiaba en su tienda con sus oficiales cómo iba a continuar la operación, cuando se cuenta que el teniente coronel Albacete Fuster se presentó ante el general y le dijo: «Excelencia, me permito presentarle mi decidido compromiso para entrar mañana con mi batallón en San Pedro Abanto». El general aceptó su propuesta y le ordenó ir a la vanguardia de todo el ejército al día siguiente. 

Ese legendario 27 de marzo de 1874, todo el ejército formó en una cuña gigantesca antes de iniciar el ataque. Al frente de todos iba el Segundo Batallón de Infantería de Marina. Tras una dura carga a la bayoneta, se conseguiría conquistar el caserío de Murrieta y el pueblo de San Pedro Abanto, partiendo en dos la defensiva carlista. Se llegó a contar que en su conquista fue tan difícil parar el ímpetu de la tropa, que tras mandar “alto al avance”, los Infantes de Marina siguieron persiguiendo por la ladera a los enemigos en fuga. En esta sangrienta batalla del día 27 de marzo, cayó un tercio del batallón de Infantería de Marina -«de la primera compañía sólo quedaron en pie tres hombres»-, donde incluso su propio jefe, el capitán Ramón Pardo y Pardo, moriría al frente de sus soldados. Igual que el capitán Mariano Barra y Mur, que mandada la segunda compañía. En total se calculó que pudieron caer 1.500 liberales y más de 2.200 carlistas, si bien esos números nunca se llegaron a determinar del todo. Al día siguiente, los restos de este heroico batallón de Infantería de Marina desfilaron ante toda su División que, presentándole armas, le hizo un mudo homenaje de admiración y respeto.

El sitio de Bilbao se levantaría finalmente el día 2 de mayo, después de la exitosa batalla del paso de las Muñecas, donde también se distinguió otra unidad de Infantería de Marina, el Primer Batallón del Tercer Regimiento de Cartagena. 


Tras ser aprobada la propuesta de condecoración en el correspondiente juicio contradictorio de la Real Orden, la corbata de la Cruz Laureada de San Fernando fue impuesta a la bandera del Segundo Batallón del Primer Regimiento de Infantería de Marina el día 14 de abril de 1875, en un acto solemne celebrado en la iglesia de Santa María de Castro Urdiales. 










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